Tu hijo quiere jugar constantemente, siempre necesita de tu compañía y no te queda tiempo para realizar las tareas del hogar. ¿Cómo enseñarle a jugar solo?. Qué hacer si tu niño no te deja ni un minuto. ¿Por qué necesita tanta atención? ¿Cómo instruirlo para que explore las diferentes maneras de jugar independientemente?
La capacidad de entretenerse solo es un indicador sobre el desarrollo saludable de la psique. Es muy importante que el niño logre tener la iniciativa para mantenerse divertido y evite acudir al hábito de la televisión. Una de las razones por las que un niño no puede jugar solo es el aumento de la ansiedad de los padres y la sobreprotección. Desde el nacimiento, si la madre lo asiste mucho y se olvida de su tiempo libre, priva al niño de su independencia.
Para acostumbrar a su hijo al juego independiente, comience de a poco: intente estar de acuerdo en que estará solo durante unos minutos mientras usted pasa un periodo de tiempo corto en otra habitación o en la cocina. Aumente gradualmente el tiempo que debe pasar solo, después de asegurarse de que la habitación donde esté sea segura. Elija el momento en que el peque está ocupado con algo interesante.
A los niños mayores se les pueden encomendar algunas tareas: «Construir la torre más alta con los cubos mientras mamá se ocupa de la cena», «Dibujar una flor y pintarla mientras mamá va al baño». Mientras inculca en el niño la habilidad del juego independiente, elógielo y apóyelo con más frecuencia: «¡Mira, qué largo camino construiste mientras mamá no estaba!» Una valoración positiva genera interés en los peques, el deseo de mejorar sus resultados, les da la oportunidad de ver lo que han aprendido.
Hay momentos en los que el niño tiene razones para no jugar solo y necesita atención. Por ejemplo, si los padres del mismo pasan la mayor parte del día en el trabajo y una niñera o una maestra de jardín de infantes se ocupan de su educación.
Por último, sino encuentran tiempo para jugar juntos en casa, es recomendable negociar y crear un horario. En el que se registrará que mamá o papá pasarán una cierta cantidad de tiempo con el niño todos los días, sin distraerse ni siquiera con el teléfono. Adquiera el hábito de estar completamente abocado a su juego durante 30-40 minutos. De paso, le quedará más tiempo durante el día.
Por la Psicóloga Victoria Sukhan