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¿Sueñan los niños pequeños?

Naturalmente, no es posible saber qué es lo que suena el niño. Sin embargo, sabemos que no se trata de sueños propiamente dichos, sino de imágenes extremadamente simples y cambiantes. Los estudios sobre la actividad mental demuestran que el desarrollo de la capacidad de soñar es estrechamente paralelo al desarrollo de la capacidad de pensar en la vida de vigilia: lo cual significa que la elaboración de sueños es una habilidad cognitiva, que se sirve de los “materiales mentales”. 

Otro aspecto del sueño infantil que hace surgir ciertas dudas en el adulto es el de las “pesadillas”. A partir de los seis meses, el niño puede tener momentos en los que se comporta, durante el sueño, como si estuviese atravesando un momento angustioso. 

Según muchos especialistas, la razón de un despertar brusco, con gritos y miedo, sería, más que nada, fisiológica: una especie de “respuesta de pánico” ante la lentitud o el retardo de las funciones vitales. 

Otros científicos, en cambio, relacionan el fenómeno mencionado con las dificultades y los problemas que el niño tiene cuando está despierto. 

En todos estos casos, la actitud del adulto con el niño debe ser la de proporcionarle tranquilidad con dulzura, dándole seguridad, confianza, hablándole en voz baja y esperando a que vuelva a dormirse. 

Nota tomada del Libro TU HIJO.

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