Sobre mí

Dado que el juego posee una importancia capital en el desarrollo del niño. En el juego pone en funcionamiento todas las posibilidades que surgen de su persona; posibilidades que asimila, une, desarrolla y coordina logrando, de éste modo, dominar tanto sus funciones fisiológicas como psíquicas. Se trata de una actividad que recrea y que no responde a una actividad exterior, sino que tiene su fin en sí misma. Con sus aciertos en el juego, el niño logra afirmarse a sí mismo, probar su potencia y capacidad; de ahí la necesidad de esta actividad para un buen desenvolvimiento futuro. Dicho todo esto, propongo a través de una clase lúdica de yoga, poder alentar a los niños al desenvolvimiento de su cuerpo físico y emocional. Pudiendo, juntos, coordinar asanas o posturas de hatha yoga con cuentos de animales, música y recreación. La gran variedad de posturas hace que el cuerpo se desarrolle con vigor, que los órganos internos funcionen perfectamente, y que la mente esté siempre alerta. Hay posturas y ciclos de posturas con los que se consiguen muy distintos efectos: estimulantes, relajantes, energizantes, vigorizantes, de ayuda al sueño o a la concentración, etc. Por ejemplo, las posturas de pie proporcionan vitalidad, la posición de sentado es relajante, los giros purifican, las posturas supinas son de descanso y las pronas dan energía; las posturas invertidas desarrollan la fortaleza mental; el balanceo proporciona sensación de ligereza; los giros de espalda proporcionan alegría y los saltos desarrollan la agilidad. Luego de la clase de yoga, donde el niño está más relajado, realizamos una actividad creativa. El Arte de Mándalas: ¿En qué consiste? En realizar juntos una representación de cómo nos sentimos. A través de elementos plásticos que pueden ser papeles de colores, lápices de colores, pinturas, crayones, fibras, etc. Cualquier elemento que el niño quiere agregarle a su representación de sus emociones. Logrando su mándala cada día de encuentro.